Nuevas metas: Envejecimiento Activo

 


Tras un año complicado en el que la vida de todos/as ha dado un vuelco, en el que hemos tenido que adaptarnos a cambios que jamás habríamos imaginado, hay que seguir pensando en el futuro más que nunca. El impacto psicológico que ha desencadenado la pandemia —especialmente en los colectivos más vulnerables— ya está siendo analizado por la comunidad científica, de hecho, ya se han publicado numerosos artículos al respecto.

Esta semana comenzaron las vacunaciones a personas mayores en nuestro país. Éste es un primer paso para la protección de la salud de este colectivo. Sin embargo, muchos factores seguirán latentes a pesar de que parece que se empieza a vislumbrar el punto de inflexión en esta pandemia que llevamos esperando tanto tiempo. La paralización de la vida que hemos sufrido, el aislamiento social, la preocupación, la incertidumbre, incluso la pérdida y el duelo son factores que han sido muy difíciles de afrontar en esta situación que vivimos.

Por todo ello, nos decidimos a crear un proyecto de envejecimiento activo para personas mayores que, ahora más que nunca, es necesario.

¿Por qué las personas mayores?

Nosotras hemos tenido la suerte de crecer al lado de nuestros abuelos y abuelas, de aprender de la sabiduría que nace de su experiencia. Nos han consolado y ayudado siempre que lo hemos necesitado y, sobre todo, nos han regalado TODO el amor que tenían sin pedir nada a cambio.

Pero no sólo hemos sentido este afecto de parte de nuestros abuelos. Siempre nos hemos acercado a las personas mayores de nuestro entorno y ellas siempre nos han ayudado: nuestro muy querido amigo Juan nos ha dado siempre buenos consejos de cómo cuidar nuestra huerta y siempre nos ha contado historias fascinantes de cómo era “la vida de antes”, que quizá contemos en otra entrada; también disfrutamos escuchando las anécdotas de Ignacia, su mujer, que siempre nos deleita con alguna expresión o dicho segoviano de antaño, que deberían ser recogidos para la posteridad; Mª Luisa, nuestra vecina, nos enseñó a enhebrar la antigua máquina Singer de nuestra abuela y nos dio también valiosas indicaciones de cómo coser… Éstos son solo unos pocos ejemplos que nos sirven para ilustrar lo valiosas que son las personas mayores para la sociedad actual, ya que constituyen una de las mayores riquezas que tenemos y que no debemos ignorar. Ahora es nuestro turno para devolver a este colectivo todo lo que nos ha aportado y nos sigue aportando.

Cuando empieza la jubilación la vida de las personas sufre cambios que hay que afrontar: mantener ciertos niveles de actividad, de relaciones sociales, de interés por la vida y por seguir aprendiendo es fundamental para un envejecimiento exitoso y feliz.

¿Qué es el Envejecimiento Activo?

El modelo de vejez ha cambiado mucho en las últimas décadas, cada vez más personas dedican esta etapa para llevar a cabo iniciativas y actividades que hace pocas generaciones eran impensables.

El envejecimiento activo es la optimización de todos los recursos de salud, participación y seguridad para que las personas mayores tengan una mejor calidad de vida. 

¿Por qué es importante el Envejecimiento Activo?

No sólo porque mejora la vida de las personas mayores sino porque para la sociedad, que las personas envejezcan de manera adecuada es un bien cultural y social maravilloso. Que sigan aportando conocimiento, sigan participando en las decisiones de la comunidad y, en general, que sigan siendo útiles en todos los aspectos, son hechos que dotan de riqueza a las sociedades, pues una sociedad mejor es aquélla que integra a todos los individuos que la conforman.

NUESTRO PROYECTO

Debido a nuestras profesiones, hemos diseñado un proyecto que engloba distintas áreas que son vitales para mantener unos niveles de actividad saludables en la etapa de la adultez tardía:

Entrenamiento cognitivo

A veces, se piensa que la edad conlleva de forma inevitable la pérdida de facultades mentales. En parte, esto es cierto, sobre todo si no le ponemos remedio.

Está demostrado que podemos mejorar o mantener nuestras funciones cerebrales si entrenamos nuestra mente de forma adecuada. Al final, nuestro cerebro es un músculo y, como tal, podemos llevar a cabo acciones que lo “fortalezcan”.

              Manualidades 

Dar rienda suelta a nuestra imaginación, dejar que nuestra creatividad vuele libre y ser capaces de crear desde la nada, son aspectos que tienen un efecto tremendamente positivo en nuestra autoestima. Como aficionadas al ganchillo, es difícil de explicar el orgullo que sientes cuando transformas un simple ovillo de lana en un objeto totalmente diferente.

Aprender nuevas técnicas, emplear materiales que nunca habías usado antes, usar nuevas herramientas… es algo absolutamente motivador, que hace que la vida se aleje de la monotonía. Además, las manualidades son beneficiosas para trabajar múltiples aspectos, como el control de movimientos, la manipulación de objetos, la planificación, el razonamiento, la toma de decisiones… y, en muchas ocasiones ¡la paciencia!

Cultura General y Educación Permanente

En muchos aspectos, la sociedad cambia a un ritmo vertiginoso que no todo el mundo puede seguir. Cambia la cultura, las costumbres, la forma de vida e, incluso, la idiosincrasia de la sociedad. Esto provoca que muchas personas se sientan “descolgadas” y puedan llegar a sentir cierto aislamiento. Por ello, es importante no dejar nunca de aprender y mantener nuestra ilusión por conocer el mundo que nos rodea.


Como hemos dicho, para nosotras las personas mayores tiene mucho que aportar a la sociedad y nunca debemos darles de lado ni infravalorarles. Debemos atender sus necesidades y facilitarles todos los recursos que podamos para conseguir que esta etapa sea lo más plena posible.